miércoles, 25 de noviembre de 2015

LA FACULTAD DE DERECHO


   En un antiguo edificio cordobés del S. XVI que en sus comienzos fue un convento de Carmelitas Descalzos, una limpiadora anónima se afana en su trabajo en la última planta del edificio durante una calurosa noche. El edificio es enorme y dada su antigüedad, a lo largo de su vida útil el hombre le ha dado diversas utilidades desde su primitivo origen como convento. En 1804 abrió sus puertas para que su impresionante claustro barroco del S. XVII sirviera de lazareto y hospital de convalecientes de la fiebre amarilla, pero el hecho que empieza a marcar la historia de este viejo edificio hay que buscarlo un 7 de junio de 1808, en plena guerra de la Independencia contra las tropas invasoras francesas de Napoleón. Ese día, el general Dupont, famoso por cagarla un mes después en la batalla de Bailén contra las tropas del general Castaños, en lo que supuso la primera derrota campal en la historia del ejército napoleónico, ordena tomar Córdoba a cualquier precio. Los franceses apostados en la Cuesta de la Pólvora, fríen a cañonazos la ciudad amurallada para después, con el empuje que caracteriza a los gabachos, tomar la ciudad a sangre y fuego. 

La población civil se refugia en iglesias y conventos en un intento a la desesperada de sobrevivir a la brutalidad del ejército invasor pero el suelo sagrado no calma la sed de botín y sangre de los franceses y los templos son asaltados, saqueados, destruidos y quemados, las mujeres ultrajadas y los hombres pasados por el hierro. Nuestro convento del Carmen, por su cercanía con la Cuesta de la Pólvora y la Puerta Nueva, fue uno de estos templos mancillados que más sufrió.

   Tras la derrota y posterior expulsión de los franceses, el edificio protagonista de esta historia, usado por los gabachos como cuartel y cuadras, es reconstruido y acondicionado, convirtiéndose después de la Desamortización en sanatorio de tuberculosos, hospital materno-infantil, psiquiátrico, hospicio y, posteriormente, hospital militar durante la Guerra Civil. La tragedia y el sufrimiento han marcado la vida de este vetusto edificio desde aquella fatídica mañana de 1808 hasta que en 1980, la Universidad de Córdoba decide emplearlo como facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales.

   Nuestra anónima limpiadora sigue avanzando con el mocho a lo largo del pasillo de la última planta del viejo edificio de la facultad de Derecho, ajena a toda esta espantosa historia de calamidades escondida para siempre entre sus gruesos muros. Tiene otras cosas mejores en las que pensar. La primaveral noche cordobesa es cálida pero la despreocupada limpiadora percibe que la temperatura está bajando, lo que agradece con una ligera sonrisa. Deja aparcada la fregona junto al cubo y encamina sus pasos hacia zona de la Cátedra de Derecho Penal. Con sus ligeras zapatillas deportivas, camina casi sin hacer ruido por el pasillo con un paño y un bote limpiador multiusos en las manos. En sus brazos desnudos y en sus mejillas percibe que la temperatura ambiente sigue bajando hasta convertir ese agradable frescor en un frío inquietante. Achaca la súbita bajada de temperatura a algún tipo de corriente de aire que viene desde el claustro hasta el interior del viejo edificio. Piensa en su fina rebeca de punto olvidada en el maletero de su coche y no le da más importancia al asunto, llevando de nuevo su mente a ese lugar donde la imaginación de las personas que desempeñan un trabajo solitario y monótono, acude para evadirse de la rutinaria realidad diaria.

   Una especie de susurro o lamento la devuelve a la realidad. No, no. No ha sido nada. Es esa dichosa corriente de aire que viene del claustro, piensa. El sonido ahora es más audible y se convierte con claridad en un llanto de pena desgarrador. La limpiadora mira al fondo, hacia la tenue claridad del largo pasillo pero no observa nada fuera de lo común. Es al volver la vista atrás cuando queda paralizada por el terror. A veinte pasos de ella, la luminosa figura descalza de una mujer de rostro ceniciento y largos cabellos negros, llora desconsoladamente. Va vestida con un antiguo camisón blanco sacado de otra época y una vela encendida en su mano derecha pero lo que realmente hiela la sangre de la limpiadora, más allá de las oscuras manchas sanguinolentas que salpican el largo camisón, son sus desgarradores sollozos desconsolados, lamentándose por la prematura muerte de su pequeño recién nacido.

   Son famosas las historias de sucesos paranormales en el viejo edificio de la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas de la Universidad de Córdoba. Leyendas e historias sobre fenómenos, fantasmas y espíritus como la que acabo de relatar que por cierto, aunque he novelado la historia, ocurrió en realidad, se han sucedido desde que en 1980 se inauguró su uso docente. Se dice que la facultad está habitada mínimo por un fantasma, aunque se cuenta que puede haber hasta tres entes vagando por sus pasillos: la desconsolada mujer del camisón, el espíritu de un viejo profesor que encontró la muerte impartiendo clase a causa de un repentino infarto y por último, un soldado. Hay testigos directos de la presencia del viejo profesor. Los testimonios coinciden en que es un hombre de baja estura, de cierta edad, con una poblada barba gris y un rostro distante y pensativo.  Ha sido visto tanto en la cafetería como en los servicios. El soldado también ha manifestado su presencia en los alrededores de la iglesia del Carmen Descalzo, dentro del recinto de la facultad. Este es más agresivo que los otros dos. Rompe cristales mientras grita “te voy a matar” y otras lindezas, aunque el más activo de los tres es el profesor.

   Las apariciones de estos entes son la punta del iceberg de unos fenómenos paranormales que se han sucedido a lo largo de todos estos años. Muchos vigilantes de seguridad se niegan a prestar sus servicios nocturnos en este lugar. Dicen que en sus turnos han oído ruidos de pasos inexplicables y han sentido a su lado extrañas presencias. Algunos trabajadores del centro relatan que han visto cosas que nadie se puede imaginar como fotocopiadoras que se ponen súbitamente en funcionamiento estando desenchufadas, movimiento de muebles sin que medie la acción humana, anomalías eléctricas de todo tipo, descensos de temperatura, luces que se encienden y se apagan sin motivo aparente… una señora de la limpieza huyo de pánico cuando a eso a de las seis de la mañana subió unas sillas a una mesa, se giró un instante y tras volverse vio de nuevo todas las sillas en el suelo.

   La noticia de estos sucesos inexplicables llegó a oídos de  José Luis Tajada y Gema Moreno, integrantes del  programa radiofónico Al otro lado. Intrigados por los relatos que pudieron recabar, pidieron permiso al rectorado de la Universidad de Córdoba para, junto con otras personas, pasar allí una noche con el propósito de averiguar algo más sobre el fenómeno. La noche del 17 al 18 de julio de 1998, José Luis Tajada y Gema Moreno junto con su equipo pernoctan en el antiguo convento de los Carmelitas Descalzos. Aquella noche ocurre de todo: ruidos extraños, luces que se encendían y apagaban solas, baterías y pilas de máquinas fotográficas e instrumental que se agotan en segundos, llamadas de teléfono a las centralitas de la facultad… De las 300 fotografías que hacen, más de 200 salen veladas y de todas las psicofonías que toman solo sobrevive una porque es guardada en el disco duro de un ordenador portátil, ya que las cintas magnetofónicas se borran inexplicablemente. Al principio los investigadores no entienden las palabras que oyen en ese registro psicofónico. Solo cuando reproducen la grabación al revés es cuando escuchan claramente en el registro una voz que dice “os voy a matar”. 
   Hoy día, el recinto de la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba es uno de los mayores exponentes de la fenomenología paranormal. La espectacularidad de los sucesos acaecidos entre sus antiguas paredes y el pasado tenebroso que lo envuelve, han logrado con mérito incluir este antiguo edificio en la lista de los inmuebles más inquietantes de España

jueves, 20 de agosto de 2015

Centro de Salud Carlos Castilla del Pino



Hoy en mi blog quiero hablaros sobre el centro de salud Carlos Castilla del Pino, ubicado en el barrio cordobes de Noreña, de reciente construccion.

El centro de salud Carlos Castilla del Pino, construido sobre el solar de la antigua residencia Noreña e inaugurado en verano de 2013, es hoy una instalación sanitaria a la que se le tiene miedo. En torno a una decena de sus empleados aseguran haber presenciado algúnfenómeno extraño, de esos que se llaman paranormales. Coinciden en la misma niña y anciana «fantasmas» que deambulan por los pasillos y hasta sollozan en busca de ayuda. Éste es parte del resultado de una primera investigación realizada por un equipo compuesto por José Luis Hermida, catedrático y experto en Parapsicología; Francisco Gallardo, psicólogo; y José Ortiz, experto en la materia. Hermida y Ortiz han seguido casos paranormales desde hace cuatro décadas y afirman que nunca han abordado uno «de este calado» en Córdoba.
David, técnico de mantenimiento del Castilla del Pino, es uno de los trabajadores que dan a conocer la experiencia vivida al equipo de investigadores. Mientras se encontraba haciendo una prueba de legionela, le pareció oír murmullos muy cerca de donde se encontraba. Caminó hacia el lugar de donde procedían los ruidos. Descorrió una cortina y se encontró a una niña ataviada con un camisón. David, sorprendido, salió corriendo en busca de sus compañeros, pero cuando volvió ya no se encontraba «la fantasma».
La presencia de la niña ha vuelto a repetirse en varias ocasiones más. Todos los que dicen haberla visto la describen del mismo modo y coinciden en que cuando se acercan les grita «sácame de aquí».
A tenor de los testimonios recabados, el personal dice haber visto una anciana que espera su turno en una consulta cuando ya ha concluido la jornada en el centro de salud. Quienes aseguran haberla encontrado en el antiguo hospital apuntan que desaparece cuando tratan de acercarse.

Esto son solamente testimonios recogidos a varios medios de comunicacion de prensa escrita por testigos directos que lo han podido vivir en primera persona.
Nosotros seguiremos trabajando e investigando para poder transmitirle nuevas historias y quien sabe si alguna prueba de voz o de video.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Monasterio de Santa Maria de los Angeles

Hoy escribo sobre otro lugar en la provincia de Córdoba encantado o al menos, eso dice su historia y leyenda.
El Monasterio de Santa María de los Ángeles se hizo famoso en el mundo del misterio por la cantidad de testimonios sobre fenómenos paranormales que se han contado sobre él.
Precioso de día y aterrador de noche. Abandonado en mitad de la  preciosa Sierra cordobesa de Hornachuelos, se accede a través del llamado Sendero de los Ángeles, que comienza en la zona del embarcadero de Hornachuelos, a orillas del embalse de Bembézar.
Existe una distancia de unos 7 kilómetros por este sendero desde Hornachuelos hasta el Monasterio y únicamente se puede recorrer a pie. La puerta de entrada al Sendero de los Ángeles se muestra por un cartel próximo al comienzo de la ruta.
Desde el primer instante en que el se comienza este estrecho sendero el paisaje nos dejará asombrados. Se puede observar al río Bembézar abriéndose paso entre la sierra llena de frondosa vegetación.
A mitad camino hacia el Monasterio se encuentra la famosa fuente con las palabras “Salud”, “Suerte” y “Amor” en cada uno de los tres caños.
Finalmente si seguimos el sendero llegaremos al Monasterio.
Fue fundado en el siglo XV, concretamente el 14 de abril de 1490 por fray Juan de la Puebla.

HISTORIA DEL EDIFICIO
El edificio sufrió tres incendios (1498, 1543 y 1655),  por esta razón no se conserva absolutamente nada de la construcción original. Murió bastante gente entre estos muros, lo que hace que no sean tan descabellados los testimonios que han envuelto a este lugar en misterio. Se cuenta que los frailes que quedaron atrapados entre el fuego, en un último intento desesperado de salvar sus vidas, se arrojaron al vacío desde las ventanas con la esperanza de llegar al río y apagar sus llamas.
Tal vez por todos estos incendios surgió la leyenda de que llovería fuego si alguien se decidía a comprar el edificio. Sucesos dramáticos que quizá hayan dado lugar a los fenómenos paranormales que hoy en día se viven en este lugar.
En sus comienzos fue un convento y posteriomente pasó a ser un seminario diocesano. En el siglo XVIII se constuyó la iglesia.
Finalmente en el año 1957 el edifico se abre como seminario hasta que en el año 1971 y como consecuencia de la vuelta de los seminaristas al Seminario de San Pelagio, en Córdoba, el Seminario de los Ángeles queda abandonado.
La leyenda mas conocida relacionada con este lugar fue la de Antonio Roldán de Pozoblanco, creador de la Cruz de granito blanca de 9 metros de altura que se encuentra ubicada unos metros antes de llegar al Seminario.
Este hombre falleció justo antes de terminar su obra y su espectro se aparecía a la gente que pasaba por allí, pidiéndoles que enterraran sus huesos. Finalmente un pastor los recogió y les dio sepultura. Este espectro no se volvió a aparecer más.

EL SEMINARIO
El edificio se compone de 4 bloques enormes de 5, 7, 8, y 9 plantas cada uno. Cada uno de 20 habitaciones con sus respectivos baños y terrazas. Cuenta con tres patios comunes, dos de ellos con piscina.
Parte del mobiliario actualmente se encuentra intacto.
LOS FENÓMENOS PARANORMALES
Los fenómenos son variados. Muchos investigadores y senderistas coinciden en golpes en las paredes que responden al mismo número de golpes de las personas de las investigaciones. Es decir, se establece una comunicación, algo muy habitual en estos enclaves.
Las ventanas se abren y se cierran solas, incluso cuando no corre nada de viento. Los testimonios hablan de sensación constante de ser vigilados, voces, pasos, arañazos en las paredes e incluso materializaciones de objetos que no se sabe de donde han salido. En la Capilla, los investigadores hablan de cambios bruscos de temperatua que quedan registrados en los aparatos de medida térmica.
Se han regustrado muchas psicofonías en este Seminario, unas muy claras y otras más confusas. Incluso algunas con un tono y un contenido muy agresivo. En 2012 el caso se hace más popular debido a que el periodista Íker Jiménez hizo un programa sobre las psicofonías obtenidas en este lugar.
En youtube podéis encontrar diferentes investigaciones realizadas por varios grupos parapsicológicos.


A unos 200 metros del seminario se encuentra una vieja casa sin techo y de enorme chimenea que recuerda al suceso en el que un fraile acabó con su vida suicidándose dejándose caer desde el precipicio. Hoy en dia se conoce este lugar como “El salto del Fraile”


jueves, 16 de abril de 2015

Visita a La Aduana

Buenas quiero inagurar este Blog de misterios de la ciudad de Córdoba y otros casos paranormales.
Mi primera entrada en el Blog trata sobre dos visitas recientes al colegio de La Aduana en plena sierra cordobesa.
Se cuenta de ese lugar que está encantado o que tiene algo especial,  para comprobarlo me puse de camino para investigar un poco sobre ese lugar.
Mi primera visita fue un Miércoles de Semana Santa sobre las 7 de la tarde, todavía con la luz del día llegué al lugar con mi amigo Juan y mi sobrino Rafa, estuvimos por allí dando vueltas hasta poder buscar el camino que nos lleva hacia este colegio. Aunque el colegio está abandonado no es así hay una parte que está en funcionamiento del 100% del colegio solo se utiliza un 15%.
Una vez allí, nos dimos cuenta de que entrar no iba a resultar tan fácil como nos creíamos puesto que las ventanas y puertas de la planta baja se encuentran tapiadas, así que solo estuvimos echando unas fotos e investigando el lugar en busca de una entrada para acceder al colegio.
Fue así en un momento, me separé de mi amigo y de mi sobrino en busca de algo por donde pudiéramos entrar y ellos se quedaron quietos en un punto vigilando (por que ha vigilante vaya a ser que nos dijeran algo) y cuando estaba a unos 100 metros de ellos siento un portazo en una de las ventanas que se encuentra tapiada con aluminio, yo no le di importancia y seguí buscando una entrada. Cuando vuelvo con ellos le pregunto, - ¿Habéis escuchado eso?.
Y me dijeron que sí, que había sido como un manotazo en una ventana, cuando en ese momento se escucha justo delante de nosotros otro gran portazo, esta vez  mucho más fuerte y claro que el primero. Entonces ya nos asustemos un poquillo porque es que allí no había nadie y en ese momento de incertidumbre, todavía buscando una explicación fue cuando se escucha de repente muchos niños pequeños pegando voces y como si jugaran en el recreo de un colegio, y allí no había nadie puesto que miré bien mirado por la parte nueva y estaba todo cerrado, entonces decidimos irnos y seguir con aquello otro día. Por cierto nos íbamos alejando del colegio y las voces se escuchaban de la  misma manera e intensidad que se escuchaba justo delante del colegio, solo se dejaron de escuchar las voces justo cuando crucemos un precinto que hay al salir del colegio, al atravesar eso las voces desaparecieron misteriosamente.
En la próxima entrada escribiré sobre la segunda visita.
Ahora adjunto unas fotos de ese día.